A raíz de la cantidad de incendios que se han desarrollado a nivel mundial en las distintas edificaciones, empresas e industrias con pérdidas lamentable de vida y bienes, por distintas causas, obligó a los gobiernos a regular e implementar medidas drásticas.
Actualmente, la seguridad contra incendios es obligatorio, a través de leyes, normas y reglamentos, donde existen organismos que velan por el fin cumplimiento, el cual es el conjunto de medidas que se disponen en las edificaciones para protegerla contra la acción del fuego.
Para que la edificación esté resguardada lo mejor posible, necesita diferentes niveles de resguardo, desde el diseño, la prevención y protección con los sistemas, los cuales deben funcionar en conjunto, evitando así que el fuego se propague causando daños a la integridad física de las personas, bienes materiales, continuidad de las operaciones y el medio ambiente de trabajo.
Las medidas fundamentales contra incendios pueden clasificarse en dos tipos: Protección pasiva y activa.
La protección pasiva
Representa todas las medidas previas para garantizar que una estructura resista un incendio desde su inicio, propagación y contención, en un tiempo determinado para mitigar las consecuencias de un incendio.
Para conseguir una fácil y rápida evacuación de los ocupantes del edificio, las diversas normativas determinan el ancho mínimo de los pasillos, escaleras, puertas y las distancias máximas a recorrer hasta llegar a un lugar seguro.
También se debe considerar:
- Situación, distribución y características de los combustibles
- Características de los elementos constructivos, techo, paredes y piso
- Compartimentación de los ambientes
- Aberturas verticales
- Ductos de servicio
- Tratamientos ignífugos a juntas, cielorrasos, alfombras y cortinas
Igualmente los factores vulnerables que causan los incendios, son el combustible y los focos de ignición.
Su peligrosidad depende fundamentalmente de su estado físico (sólido, líquido o gas) y en cada uno de estos estados, hay aspectos ligados a sus propiedades (físicos-químicos), su grado de división o fragmentación.
En el caso de combustibles sólidos, su grado de fragmentación es fundamental ya que a mayor división se precisa de menor energía (en intensidad y duración) para iniciar la combustión.
Para líquidos y gases inflamables son la concentración (combustible – aire) adecuada para la ignición (límite inferior de inflamabilidad) y la energía de activación necesaria (energía mínima de ignición) para que se produzca la reacción de combustión; Además, es un parámetro fundamental para los líquidos, la temperatura mínima a la que el combustible emite vapores suficientes para que se forme la mezcla inflamable (temperatura de inflamación o "flash point").
Foco de ignición
Los focos de ignición aportan la energía de activación necesaria para que se produzca la reacción. Estos focos de ignición son de distinta naturaleza; pudiendo ser de origen térmico, mecánico, eléctrico y químico.
La protección activa
Si las medidas de diseño y prevención no evitan el desarrollo de un incendio, contamos con los sistemas de protección activa, los cuales son el conjunto de medios, equipos y sistemas instalados para alertar sobre un incendio e impedir que éste se propague, evitando las pérdidas y daños humanos y de bienes. A continuación se menciona los sistemas.
Sistema de Detección y Alarma
Cuando ocurre un incendio, a pesar de las medidas de prevención, es importante detectarlo lo antes posible para que los ocupantes del edificio tengan tiempo suficiente para reaccionar.
Presurización de escaleras
En las edificaciones de mediana a gran altura, es necesario utilizar el método de presurización en el núcleo de las escaleras, a fin de mantener una presión positiva y estática muy superior a la existente en los pasillos de los pisos, lugar destinado a la expedita evacuación de los ocupantes y evitar la acumulación de humo y su propagación.
Supresión o extinción de incendios
Cuando ocurre un incendio, puede ser combatido y extinguido en los primeros minutos por un extinguidor manual, un gabinete con manguera o por rociadores automáticos. Los rociadores se activan automáticamente por calor y solo en el lugar donde ocurre el incendio.
Evacuación
Si comienza un incendio y no se puede detener de inmediato, la evacuación segura de los ocupantes de un edificio es la primera prioridad. Tener acceso a buenas rutas de escape, bien iluminadas, señalizadas, libres de humo y sin obstáculos es esencial.
Simultáneamente con los niveles de protección mencionados, es importante ensayar distintos escenarios de desalojo y extinción de incendios con los equipos disponibles, a fin de establecer un protocolo de actuación y familiarizarse con los sistemas instalados. Así mismo establecer las rutas más adecuadas de posibles vías de escape y el lugar más seguro de concentración; todo esto, en estrecha coordinación con las brigadas de atención de emergencia y los organismos de seguridad (Bomberos o Protección Civil).