La ola de incendios forestales en Chile, que afecta la zona centro y sur del país, ha dejado hasta ahora cerca de 26 fallecidos, más de 1000 personas heridas, cerca de 1.500 viviendas calcinadas, 3.300 damnificados y 300.000 hectáreas de vegetación devastada. Adicionalmente en el resto del país se contabilizan cerca de 260 incendios de los cuales 140 ya se encuentran controlados, pero 51 siguen muy activos y complejos.
En el país austral, el verano de este año ha sido muy intenso debido a los fuertes vientos y las altas temperaturas, lo que complica las labores de extinción de las llamas y permitiendo que el fuego se propague rápidamente convirtiendo pequeños focos en grandes incendios.
Los expertos indican que ésta es la ola de incendios más mortífera de la última década ocurrida en Chile.
Los incendios forestales de origen natural han ocurrido desde siempre como elemento normal de los ecosistemas, pues paradójicamente el fuego ayuda a su regeneración y a la producción de una serie de hábitats en los que distintos organismos biológicos crecen. Pero la gran cantidad de incendios provocados por la actividad humana, ha sobrepasado la capacidad de recuperación que posee la naturaleza.
Tristemente el 95 % de los incendios de bosques y vegetación son causados por nosotros mismos. De hecho en nuestro país, cada año son consumidas por las llamas grandes hectáreas vegetales debido a situaciones como la quema de hojas del patio, quema de basura, por la tala y quema de terrenos para el cultivo, hogueras mal apagadas, colillas de cigarrillos y otras tantas situaciones que la mayoría de las veces se salen de control.
Solo el 5% de los incendios tienen origen natural, como los causados por los rayos secos (no originan lluvia) los cuales junto al verano, la sequía, la escasez de humedad en el ambiente y las altas concentraciones de material vegetal seco, originan en segundos un siniestro difícil de controlar.
Qué hacer si se presenta un incendio forestal
Si estás en riesgo por un incendio forestal, te recomendamos:
Si el fuego está empezando, utiliza tu extintor vehicular y apágalo. También puedes usar tierra, agua y ramas vivas.
Tápate la cara y trata de respirar a través de una prenda mojada, si puedes moja tu ropa.
Aléjate por las zonas laterales del fuego, y desprovistas de vegetación caminando en sentido contrario al viento. Recuerda que un cambio en la dirección del viento puede hacer que el fuego te rodee.
Si vas en carro no atravieses el fuego, da vuelta y ¡Aléjate del lugar!
Si es posible, camina cerca de aguas abiertas y profundas como ríos o lagos ya que sirven como vías de evacuación.
No escapes a la parte alta de una montaña ni corras en sentido ascendente al fuego, porque éste avanza 17 veces más rápido que tú.
Nunca escapes ni regreses a la zona por caminos afectados por el fuego o en medio de columnas de humo, ya que puede reactivarse.
En Service Fire 3000 siempre recomendamos que antes de combatir un incendio lo primero y más importante es prevenirlo, sobre todo porque la mayoría son provocados por la acción y negligencia humana. Así que todo lo que podamos hacer para prevenir un incendio es importante.
Evita arrojar materiales encendidos o inflamables.
Antes de encender una fogata, elige un sitio alejado de árboles, pastos y hojarasca.
Apaga las fogatas cubriéndolas con tierra.
No quemes basura, recógela y deposítala en un lugar apropiado.
No fumes en bosques o pastizales.
¿Quieres saber más sobre el tema? ¡Síguenos! Service Fire 3000, seguridad contra incendios.
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